Mi Caballo MagoTítulo: “El Caballo Mago” 1964
Autor: Sabine Ulibarrí (1919-2003) Tierra Amarilla, New México, EE.UU.
Personajes: Un adolescente, el padre, los vaqueros, el caballo mago
Tema(s): El tiempo y el espacio, Las relaciones interpersonales
Corriente literaria (Género): Boom, Literatura chicana, Siglo XX
Resumen:
En “Mi caballo mago” el narrador y personaje cuenta una experiencia que le sucedió en su adolescencia con un caballo blanco; el cual llenó su juventud de fantasía y poesía. El caballo era la fascinación del pueblo y era incontrolable, imposible de domar. La primera vez que lo vio, durante un verano, sintió una “eternidad momentánea”; o sea sólo duró un momento, pero le cambió su vida. Al llegar el invierno, lo vio de nuevo. Esta vez pudo enlazarlo y, aunque se sintió mal, lo hizo porque era su sueño desde que era niño. Quería demostrar a los del pueblo y a su padre que era capaz de hacerlo. Al llegar a la casa, el padre le dijo: “Estos son hombres”. Entró el caballo al potrero y al día siguiente, cuando se despertó, no encontraba el caballo por ningún lado. Vio que al otro lado de la cerca había huellas con gotas de sangre. Se dio cuenta de que el caballo había encontrado la forma de escapar. Después de un rato, apareció su padre y le puso el brazo sobre el hombro y se quedaron viendo las huellas del caballo mago.
Autor: Sabine Ulibarrí (1919-2003) Tierra Amarilla, New México, EE.UU.
Personajes: Un adolescente, el padre, los vaqueros, el caballo mago
Tema(s): El tiempo y el espacio, Las relaciones interpersonales
Corriente literaria (Género): Boom, Literatura chicana, Siglo XX
Resumen:
En “Mi caballo mago” el narrador y personaje cuenta una experiencia que le sucedió en su adolescencia con un caballo blanco; el cual llenó su juventud de fantasía y poesía. El caballo era la fascinación del pueblo y era incontrolable, imposible de domar. La primera vez que lo vio, durante un verano, sintió una “eternidad momentánea”; o sea sólo duró un momento, pero le cambió su vida. Al llegar el invierno, lo vio de nuevo. Esta vez pudo enlazarlo y, aunque se sintió mal, lo hizo porque era su sueño desde que era niño. Quería demostrar a los del pueblo y a su padre que era capaz de hacerlo. Al llegar a la casa, el padre le dijo: “Estos son hombres”. Entró el caballo al potrero y al día siguiente, cuando se despertó, no encontraba el caballo por ningún lado. Vio que al otro lado de la cerca había huellas con gotas de sangre. Se dio cuenta de que el caballo había encontrado la forma de escapar. Después de un rato, apareció su padre y le puso el brazo sobre el hombro y se quedaron viendo las huellas del caballo mago.